la introducción a este arsenal de melosería fue un tema controvertido, mis conocimientos básicos en escritura se encuentran confinados en un calabozo edificado en los cimientos del abismo infernal, mi cerebro es un batido de chocolate y el sueño en mi sistema se fortalece progresivamente hasta desmenuzar mis huesos. mi rostro es una apología a los cadáveres, mi cabello es una víctima de mi deterioro como humano y mis ojos son ornamentados con sombríos indicadores de un angustiante insomnio. habrás leído mi párrafo de infortunio aturdido con mis pesares, tal vez deseoso de incrustar una daga en mi pecho por la privación de dulzura en mis palabras. ¿obtuve tu atención? no desvíes la vista, dosifica tu respiración y adormece las ansias de estrangularme. continuaré contándote crónicas vampíricas bajo las secuelas del tabaco, mi querido lector.

¿por dónde iba? mi valija de recuerdos es una catástrofe, escenarios por aquí, material de personajes predilectos por allá; es una pradera sin preámbulo. empero, he hallado lo que buscaba; y como te señalé, implicaciones desastrosas acompañaron mis anocheceres, hasta un minúsculo bostezo ha florecido de mis labios. sin embargo, todavía no te narro lo esencial, lo que aplacó mi tortura nocturna: un alhajero de memorias, atestado con la ternura y carisma de un príncipe. el encanto encarnado en persona: mi amado perséfone.

mi seráfica luz de luna, mi efusivo y caprichoso compañero de vigilia, me he deleitado con tu rebeldía, con tu expresión afligida cuando delimito tu permanencia a horas absurdas de la madrugada, y tal vez sea mi ánima de vejestorio sermoneando tu fatídica rutina de sueño, pues todavía me es disparatada tu oposición a los artefactos de morfeo; no obstante, estimo los escenarios que hemos erigido: los besos, las caricias, los abrazos, las palabras, las sonrisas. cada demostración afectuosa que integra nuestro inquebrantable vínculo me fortalece.

eres un sublime acertijo que adoro descifrar. tus matices y añadiduras son un fontanal de alegría, donde anhelo naufragar y oprimir el oxígeno de mis pulmones con tu inefable presencia. mi desfachatez e ilusoria cordialidad te elogian, ¿pero qué tan intrépido es demandar la vacante de novio? heme aquí idóneo a ese emplazamiento. ¿apruebas a un hombre con delirios de hechicero narcisista y oficial con complejo de héroe?